miércoles, 20 de mayo de 2009

FRANCIS BACON

















A pesar de que nació en Dublin y buena parte de su infancia transcurre en Irlanda, Francis Bacon debe ser considerado un pintor inglés, puesto que ese era el origen de su familia. Su padre entrenaba caballos de carreras en Dublin hasta que, con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, ingresa en el War Office y se traslada con la familia a Londres. Hasta 1925 los Bacon viven entre Inglaterra e Irlanda, y los continuos traslados, junto con una afección asmática congénita, impiden que el joven Francis tenga una escolarización regular, con lo que su educación se realiza por medio de clases particulares.

El "Grito primordial"

En ese año se independiza de la familia y se establece en Londres. Tras una breve estancia en Berlín, pasa dos años en Francia, cerca de Chantilly. Allí visita con frecuencia el Museo Condé, donde se conserva La matanza de los Inocentes (1630-1631), de Poussin. La figura de la madre gritando cuando le arrebatan a su hijo le impresionó vivamente, hasta el punto de convertirse en una imagen recurrente en sus primeras pinturas junto con otro grito famoso, el de la enfermera herida con los quevedos rotos en las escaleras de Odessa que aparece en "El acorazado Potemkin", la legendaria película de Sergei Eisenstein de 1925.
La exposición d
e Picasso en París, en la galería de Paul Rosenberg, en 1927, le decide a iniciarse en la pintura. Picasso le muestra "que hay todo un territorio que, en cierto modo, no ha sido todavía explorado, de formas orgánicas relativas a la figura humana que la distorsionan por completo". Ese será, ya para siempre, el territorio pictórico de Bacon.





Hacia el realismo

Instalado en Londres definitivamente en 1928, se gana una cierta reputación como interiorista en un estilo entre la Bauhaus y el Art Déco. La pintura, en la que se inicia de forma autodidacta, va ganando terreno hasta convertirse en su única actividad. Poco se sabe de la obra anterior a los años cuarenta, puesto que el propio Bacon la destruyó en su mayor parte; pero en 1936 envía algunas obras a la Exposición Surrealista que son rechazadas, en una suerte de premonición de que su destino no está en el mundo de los sueños, sino en el de la experiencia de lo real.



Hacia 1945 se consagra con Tres estudios de figuras junto a una Crucifixión, que explora ya el formato del tríptico. Se le asocia por entonces con otros pintores figurativos ingleses coetáneos, como Graham Sutherland y Matthew Smith, así como con el escultor Henry Moore. Con todos ellos coincide en algunas exposiciones colectivas, aunque su insobornable individualidad se afirma pronto en cuadros que ya ofrecen sus temas habituales; así ocurre con Magdalena y las demás evocaciones del grito primordial descubierto en la pintura de Poussin y la escena de Eisenstein, como Cabeza VI, Estudio para un retrato o las distintas versiones del retrato del papa Inocencio X, de Velázquez, que se conserva en Roma, y son lo más destacable de su obra a principios de los cincuenta.

Retratos con nombre

Bacon comienza a utilizar fotografías de raxos X en su obra, que ya se centra en retratos y representaciones de la figura humana. También cobran notable importancia los estudios fotográficos de figuras y animales en movimiento realizados por Eadweard Muybridge a finales del siglo XIX, que serán punto de partida de múltiples cuadros.
Poco a poco, la relación entre la figura y el espacio pictórico se va definiendo; aparecen los cubos lineales que, como jaulas transparentes, aíslan la figura del entorno. Empieza también la proyección internacional de su carrera con la primera exposición individual en Nueva York, en 1953, y su selección para el pabellón británico de la Bienal de Venecia al año siguiente, junto
con Ben Nicholson y Lucian Freud. En los años sesenta su lenguaje adquiere la madurez definitiva.


domingo, 17 de mayo de 2009

Fernando Botero





Fernando Botero Angulo:
es un pintor, escultor y dibujante colombiano nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín (Antioquia). Considerado el artista vivo originario de Latinoamérica más cotizado actualmente en el mundo. Icono universal del arte, su extensa obra es reconocida por niños y adultos de todas partes por igual.
Comienzos:
De pequeño fue inscrito en una escuela de toreros de la ciudad de Medellín (noroeste de Colombia) a petición de un tío, quien no se imaginaba que su verdadera vocación era la pintura; es de notar que en este período hizo su primera obra, una acuarela de un torero. Una vez que su familia comprendió su vocación, Botero realizó su primera exposición en su ciudad natal (Medellín) en 1948.
Ese mismo año, Botero se trasladó a Bogotá para la inauguración de la Exposición de artistas Antioqueños en donde presentó dos de sus acuarelas. De regreso a Medellín, realizó ilustraciones para uno de los periódicos locales (El Colombiano), lo que le acarreó la expulsión del plantel en el que estudiaba ya que sus dibujos eran considerad


Bogotá:
Una vez terminados sus estudios secundarios en 1950, Botero se instala en Bogotá (1951), ciudad en donde tiene contacto directo con los intelectuales colombianos más importantes de la época. Ese mismo año, Botero realiza dos exposiciones consecutivas en la galería Leo Matiz; en una de sus exposiciones, obtiene el premio del IX Salón de Artistas Colombianos ofrecido por la Biblioteca Nacional de Colombia.








Europa:
Con el dinero recibido por el premio y con la venta de algunas de sus obras, Botero decidió ir para Europa. Es así como llegó a Barcelona en 1952. Luego Botero decidió trasladarse a Madrid, ciudad en la que visitó el museo del Prado, donde vio más de cerca la obra de Francisco de Goya y Velázquez.
América:
tras su regreso de Italia en 1955, este artista decidió hacer una exposición en Bogotá de las obras realizadas en Europa, de las cuales obtuvo muchas críticas pues en ese momento el país estaba influido por la vanguardia francesa, lo que le acarreó casi un fracaso completo.
Luego de esta amarga experiencia, Botero decidió casarse con Gloria Zea, con quien en 1956 partió a Ciudad de México. Fue justamente allí que Botero descubrió y jugó con el volumen de los cuerpos. Un año después, expuso por primera vez en Nueva York: el éxito comenzaba a acompañarle. Fernando Botero logró intensificar sus batallas personales, sus combates lienzo a lienzo, del arte contra el tiempo y de la belleza contra la muerte.
Botero regresó a Bogotá y en el año de 1958 fue nombrado docente de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia; además, ganó el segundo premio del X Salón de Artistas Colombianos con su obra La alcoba nupcial. Ese mismo año expuso en Washington, en donde logró vender todas sus obras el mismo día de la inauguración.
Con Gloria Zea, Fernando tuvo tres hijos: Fernando, Lina y Juan Carlos, nacido el mismo año en que decide separarse de su primera esposa.




Fama:

En 1966 fue organizada en Alemania su primera exposición en Europa. Una nueva muestra en el Milwaukee Art Center recibió críticas ampliamente positivas. Es así como este artista empezó un período de muestras y exposiciones entre Europa, los Estados Unidos y su patria, Colombia. En 1969 expuso en París; fue a partir de ese momento que Botero empezó un peregrinaje por todo el mundo en busca de inspiración; se movía continuamente de Bogotá a Nueva York y a Europa.
En 1970 nació en Nueva York su hijo Pedro Botero, comúnmente llamado Pedrito; paralelamente, su fama mundial aumentaba cada vez más y lo convirtió en ese entonces en el escultor viviente más cotizado del planeta. En 1974, cuando su hijo apenas tenía cuatro años, Botero tuvo un accidente de tránsito en España, lo que le costó la vida a Pedrito.


Desproporción de lo real:


Desde sus inicios, Botero ha recurrido a escenas costumbristas, inicialmente, con una pincelada suelta de colores oscuros (con ocasionales contrastes fuertes) cercana al expresionismo y, desde finales de los sesentas, ha recurrido a una pincelada cerrada, con figuras y contornos más definidos.

Después de su viaje a Italia, Botero inició su exploración volumétrica sincretizando las búsquedas propias del quatroccento italiano con ciertos elementos característicos del arte de las culturas mesoamericanas (que conocería en México). Así mismo, es perceptible la influencia de ciertos autores modernos como el mexicano José Luis Cuevas y de grupos de artistas como los naïf (fr: ingenuo), especialmente acogidos en los países caribeños. Esto derivaría, muy posteriormente, en su obra actual, caracterizada por una figuración distorsionada volumétricamente, en donde prima lo compositivo y lo formal por encima de lo conceptual.

A la orilla de esa carretera del arte contemporáneo, Botero ha instalado durante cinco décadas una escuela de arte con un graduado: él mismo.

En su obra reciente, Botero ha recurrido temáticamente a la situación política colombiana y mundial. Por ejemplo, la serie sobre "Abu Ghraib" está compuesta por 78 cuadros que tratan de representar los horrores de la tortura y de la guerra, relacionada con la invasión de los Estados Unidos a Irak, y los sucesos de la Prisión de Abu Ghraib a partir de las declaraciones de las personas allí torturadas.[1



jueves, 14 de mayo de 2009

familia primitivismo

primitivismo
















cubismo

















impresionista





lunes, 13 de abril de 2009

Claude Monet



Claude-Oscar Monet (París, Francia, 14 de noviembre de 1840 - Giverny, 5

de diciembre de 1926).



Claude Oscar Monet nació el 14 de noviembre de 1840 en el 45 de la rue Lafitte, en el seno de una familia de comerciantes. Su padre se llamaba Claude Adolphe Monet y su madre Louise Justine Aubrée, siendo el segundo hijo del matrimonio. Los problemas económicos que atravesaba el padre del futuro artista motivaron el traslado a Le Havre, ya que allí podía participar en el próspero negocio de su cuñado.

Monet recibió sus primeras lecciones artísticas en la escuela, de la mano de François-Charles Ochard, alumno del pintor neoclásico Jacques-Louis David. En estos momentos, estaría más interesado por los dibujos graciosos y caricaturas que por adquirir una formación artística. A los 15 años ya tenía relativa fama como caricaturista, realizando un buen número de caricaturas de ciudadanos de Le Havre por las que cobraba entre 10 y 20 francos, consiguiendo una pequeña fortuna de 2.000 francos. Cuando Monet tiene 17 años fallece su madre, la única persona con cierto talento artístico de la familia. La pérdida supuso un duro golpe para el joven quien establecerá una estrecha relación con su tía, Marie-Jeanne Lecadre, interesada por la pintura, pintora aficionada y compañera -tras enviudar- del pintor parisino Armand Gautier. Este mismo año, Claude decide abandonar el instituto para dedicarse a la pintura. Ha conocido a Boudin, con quien se inicia en el paisaje y la pintura al aire libre. El padre no admite la decisión de su hijo pero, gracias a la persuasión de la tía Marie-Jeanne, acepta a regañadientes. Para que la formación del joven en París no signifique un peso para la economía familiar solicita en dos ocasiones una beca al ayuntamiento de Le Havre, pero Monet emplea sus ahorros para marchar a la capital, a pesar de la negativa paterna.










DAMA EN EL JARDÍN.

DAMA EN EL JARDÍN

Sobre un jardín con bellos parterres de flores y arbustos pasea un refinada señora vestida de blanco y protegiéndose del sol primaveral con una sombrilla. Bañada en luz, proyecta sombra sobre el césped puesto que los rayos solares le inciden oblicuamente. Esa misma luz solar resalta hojas y flores y deja en penumbra acusada las zonas a resguardo.




LA URRACA.

LA URRACA.

En un bellísimo paisaje invernal nevado, una urraca está posada en una valla de separación de fincas. Un primer plano refleja los árboles, la valla y la puerta, todo nevado. Una granja aparece detrás con sus chimeneas y un valle muy llano hace de fondo de la composición. La luz típica producida por la nieve ha sido magistralmente captada por Monet, tonos muy blanquecinos, sol muy bajo y rayos muy oblicuos rodean a la urraca que hace un alto en su vuelo para posarse sobre la desvencijada puerta de madera.








A principios de abril de 1859 llega a París donde visita a Constant Troyon quien le aconseja que tome lecciones de dibujo y que acuda a copiar al Louvre. También le recomendó acudir al taller de Thomas Coiture, pero el joven artista eludió la enseñanza académica y acudió a la Académie Suisse, taller propiedad del alumno de David, Charles Suisse, quien ofrecía a sus alumnos absoluta libertad para trabajar ante modelos vivos. Aquí conocería a Pissarro, entablando ambos una estrecha amistad. Durante esta estancia empieza a tomar contacto con los realistas en la "Brasserie des Martyrs" donde Monet acude a realizar caricaturas para ganarse la vida. Se interesará por Courbet, al que poco después conocerá, sin renunciar a las enseñanzas de Delacroix o Daubigny.

En 1861 le toca hacer el servicio militar en Argelia, en la legión africana, durante un periodo de un año. La delicada salud del joven -enfermó de tifus a comienzos de 1862- motivó su regreso a Le Havre por un periodo de seis meses. En esta temporada continuó trabajando con Boudin y conoció a Jongkind. Su tía Marie-Jeanne exoneró al joven del servicio militar al pagar 3.000 francos pero le puso como condición continuar sus estudios pictóricos en París. En el otoño de 1862 Monet regresaba a París, acudiendo al taller de Auguste Toulmouche por indicación de la familia. Este le aconsejó que acudiera al estudio de Charles Gleyre donde permaneció hasta 1864 cuando el maestro cerró su taller por una dolencia ocular. Aquí conoció Monet a tres compañeros con los que entabló estrecha amistad: Renoir, Sisley y Bazille, intimando especialmente con este último. Junto con sus compañeros de estudios se dedicará a la pintura al aire libre en Chailly, en el bosque de Fontainebleau. Tras una estancia en Normandía junto con Bazille, en el verano de 1864 visita a su familia en Saint-Adresse, se ve desprovisto de la manutención.

El éxito obtenido por Manet en el Salón de los Rechazados con su Desayuno en la hierba motiva al joven Monet a realizar una obra con temática similar pero realizada al aire libre. No llegó a concluir esta empresa pero trabajó en diversos estudios donde aparece Camille Doncieux, una joven de 19 años con la que empieza a mantener relaciones. Envía sus primeras obras al Salón oficial, realizadas al aire libre, siendo recibidos con simpatía por la crítica. Sin embargo, su próxima experiencia en el Salón será negativa. En 1867 envía Mujeres en el jardín que será rechazado y criticado negativamente por Manet. A esta decepción tiene que añadir Monet el embarazo de Camille por lo que se traslada a Saint-Adresse para comunicárselo a su familia, que recibe la noticia con disgusto -a pesar de que el padre del pintor tenía un hijo de una relación con su criada-. Durante este verano, Camille tendrá a su primer hijo, Jean, el 8 de agosto de 1867. Los problemas económicos serán una constante durante buena parte de la vida de Monet. En 1868 intenta suicidarse sin éxito por esta razón pero en verano las cosas parecen ir mejor y se traslada a la costa normanda con Camille y Jean, tomando parte en una exposición en Le Havre. Al año siguiente la penuria económica continuó y durante la estancia en Bougival no tenían dinero para calefacción, luz o alimentos para el bebé. Renoir, que vivía en los alrededores les ayudaba como podía. Curiosamente, esta época de penuria será en la que ambos artistas trabajen con mayor placidez, trabajando con una pincelada impresionista que descompone el objeto en manchas y trazos de color. El 28 de marzo de 1870 se casan Camille Doncieux y Monet, contando con la presencia de Courbet como testigo. Para evitar ser llamado a filas ante la inminente guerra que se avecina se traslada a Trouville, desde donde partieron a Inglaterra al estallar la Guerra Franco-Prusiana. En Londres apenas estuvieron seis meses, interesándose más por visitar los museos -donde pudo contemplar las obras de Turner y Constable- que por pintar. Durante su estancia londinense pasará a formar parte de los artistas protegidos del galerista Paul Durand-Ruel.




Ningún pintor del grupo fue tan puramente impresionista como Monet. En su obra el factor dominante es un claro esfuerzo por incorporar el nuevo modo de visión, sobre todo el carácter de la luz, mientras que la composición de grandes masas y superficies sirve únicamente para establecer cierta coherencia. Por su parte, Renoir fue el pintor que nos convence de que la estética del Impresionismo fue, sobre todo, hedonista. El placer parece la cualidad más evidente de su obra, el placer inmediato y ardiente que produce en él la pintura. Nunca se dejó agobiar por problemas de estilo y llegó a decir que el objeto de un cuadro consiste simplemente en decorar una pared y que por eso era importante que los colores fueran agradables por sí mismos.